Alejandro Calderón CURRÍCULUM TEXTOS OBRA CONTACTO

“El teatro de las sombras”

 

 

 

 

La obra gira  en torno a la metáfora con el único objetivo de articular todo un pensamiento –el contemporáneo-  y argumentar, mediante el juego de la luz, la sombra y el color, la existencia de un  espacio que se sitúa entre la realidad y el sueño. Trato de introducir al espectador en un mundo imaginario totalmente reconstruido; un universo donde los objetos nunca se encuentran unos con otros, no se identifican. Pero emoción, poesía y teatralidad se funden para intentar comprender y descubrir aspectos inesperados proyectados en una pared o en un paisaje.

 

Se trata de una reinvención continua y de una especie de  acertijo visual que cuestiona nuestra mirada y la materialidad de los objetos. La función de la sombra no es otra que la de representar, entendiendo esta idea  en un muy sentido concreto: indicarnos mediante esas imágenes inquietantes que la contraposición, esa  relación incierta entre la iconografía y su significado, y las permutas lingüísticas nos conducen a la dispersión.  El protagonismo de la sombra frente al objeto real es de tal calibre que  la creación de dos mundos  bien distintos  -y superpuestos-va más allá de la propia realidad.

 

Recreo dos escenarios con identidad propia pero distintos; dos partes que se superponen y se transforman dentro de un fragmento recogido del entorno cotidiano. En él se enmarca esta metamorfosis, y  la presento  en tres niveles diferentes. Tres dimensiones que coinciden con tres espacios para hacer recapacitar sobre cómo afrontar un entorno cambiante .

 

El objetivo de este nuevo trabajo no es otro que el de romper las fronteras  que hemos ido trazando al establecer un mundo excesivamente categórico.  Quiero que esas barreras no existan, que no estemos sujetos a patrones rígidos y que nos cuestionemos nuestra existencia sin tanta ligereza, sin tantas ideas preconcebidas: la sombra deja de ser prisionera de los objetos y con ello se alteran todos los códigos establecidos posibilitando, a la vez, una reestructuración de los elementos que componen la fotografía y diluyéndose lo sólido  y lo efímero, lo visible y lo invisible, lo real y lo virtual.